Almuerzo de los remeros de Pierre-Auguste Renoir.

Como uno de los fundadores del impresionismo, Renoir fue un buen amigo de Monet. A finales de la década de 1860, a través de la práctica de pintar luz y agua en plein air (al aire libre), él y su amigo Claude Monet descubrieron que el color de las sombras no es marrón o negro, sino el color reflejado de los objetos que las rodean.

Incluida en la Séptima Exposición Impresionista de 1882, 'El almuerzo de los remeros' fue considerada la mejor pintura de la muestra por tres críticos. El comerciante y mecenas Paul Durand-Ruel la compró al artista y en 1923 (por 125.000 dólares) la compró a su hijo el industrial Duncan Phillips, que pasó una década persiguiendo la obra. Actualmente se encuentra en la Colección Phillips en Washington, DC. Muestra una riqueza de formas, una fluidez de pinceladas y una luz parpadeante.

El cuadro, que combina figuras, naturaleza muerta y paisaje en una sola obra, muestra a un grupo de amigos de Renoir relajándose en un balcón del restaurante Maison Fournaise, junto al río Sena, en Chatou, Francia. El pintor y mecenas, Gustave Caillebotte, está sentado en la parte inferior derecha. La futura esposa de Renoir, Aline Charigot, está en primer plano jugando con un pequeño perro, un affenpinscher; reemplazó a una mujer anterior que posó para el cuadro pero con la que Renoir se enojó. Sobre la mesa hay fruta y vino. La diagonal de la barandilla sirve para demarcar las dos mitades de la composición, una repleta de figuras, la otra casi vacía, salvo las dos figuras de la hija del propietario, Louise-Alphonsine Fournaise, y su hermano, Alphonse Fournaise, Jr, que se destacan por este contraste. En este cuadro, Renoir ha capturado una gran cantidad de luz. El foco principal de luz proviene de la gran abertura del balcón, junto al hombre corpulento con camiseta y sombrero. Las camisetas de los dos hombres en primer plano y el mantel trabajan juntos para reflejar esta luz y enviarla a través de toda la composición.