Actualmente, la pintura más cara jamás vendida es “Salvator Mundi” de Leonardo Da Vinci, fechada entre 1499 y 1510.
"Salvator Mundi" significa en latín "Salvador del mundo" y presenta a Jesús con una túnica azul anacrónica que estaba de moda durante el Renacimiento. Jesús hace la señal de la cruz con su mano derecha y sostiene un orbe de cristal transparente que no se refracta en su mano izquierda, que simboliza tener la esfera celestial de los cielos en sus manos.
Se han identificado aproximadamente treinta copias y variaciones de la obra realizadas por estudiantes y seguidores de Leonardo. Se cree que la pintura original del propio Leonardo fue destruida o perdida alrededor de 1603. En 2005, se adquirió un Salvator Mundi en la casa de subastas St. Charles Gallery en Nueva Orleans por menos de 10.000 dólares. Fue vendido desde el patrimonio de un empresario de Baton Rouge a un consorcio que incluía expertos en arte de los antiguos maestros. La pintura había sido repintada en gran medida y parecía una copia. Antes de la restauración, se describió como "una ruina, oscura y lúgubre".
Sin embargo, el consorcio vio algo diferente y creyó que esta copia aparentemente de mala calidad podría ser el original perdido hace mucho tiempo del propio Leonardo. Encargaron a Dianne Dwyer Modestini, de la Universidad de Nueva York, que supervisara la restauración. Al retirar la capa de pintura al comienzo de la restauración, se observó una zona irregular cerca del rostro de Cristo. Había sido raspada con un objeto afilado en algún momento durante su vida y nivelada con una mezcla de yeso, pintura y pegamento.
Este fue un descubrimiento fundamental porque implica que el artista había cambiado de opinión y había desechado su elección artística inicial. Las fotografías infrarrojas descubrieron un pentimento (borrador anterior) de la pintura. El pulgar de la mano que bendice estaba originalmente en una posición recta, en lugar de la posición curva final. Esto confirmó que el artista original había reconsiderado la posición de la figura.
Esta evidencia de que el artista se lo pensó dos veces es lo que distingue a esta pieza como el original y no como una copia. Otras pinturas de Leonardo muestran que a menudo hacía muchos bocetos antes de aplicar la pintura y que continuaba explorando sus opciones incluso mientras pintaba, lo que daba como resultado superposiciones de pintura que serían visibles para los expertos. Un artista que simplemente está copiando una obra de arte no cambiaría de opinión y alteraría la composición en medio de la pintura.
Tras una restauración completa, la obra fue oficialmente autentificada como un original genuino de Leonardo y exhibida en exposiciones mundiales junto con otras pinturas autentificadas del artista. Si esta es realmente la pintura original o no es un tema de discusión entre otros especialistas, algunos de los cuales sostienen que Leonardo solo aportó algunos elementos.
En mayo de 2013, el marchante suizo Yves Bouvier compró la pintura por poco más de 75 millones de dólares en una venta privada negociada por Sotheby's, Nueva York. La pintura fue vendida luego por 127,5 millones de dólares al coleccionista ruso Dmitry Rybolovlev, quien demandó a Bouvier por defraudarlo , aunque luego vendió la pintura por la friolera de 450,3 millones de dólares en 2017, a través de una subasta de Christie's en Nueva York, al príncipe Badr bin Abdullah, estableciendo un nuevo récord para la pintura más cara jamás vendida en una subasta pública. No se exhibió después de eso porque las exposiciones se cancelaron en el último minuto. Se desconoce la ubicación actual de la pintura.
No podemos enviarte la pintura original, si es que aún existe, pero sí podemos enviarte una reproducción giclée de alta calidad impresa con colores fieles sobre lienzo de algodón de archivo. Esta misteriosa pintura es ideal para los amantes del Renacimiento, de Jesucristo o quizás de la intriga.
